Un anhelo

Publicado el 13/12/2023
Agustinos


Texto:  Agustín Alcalde, OSA
Música:  Amazingrace

Buenos días, también a Dios

Hay siempre en todo ser HUMANO un anhelo, un ansia suave.

Ojalá pudiéramos compartir con otros una convivencia amable, un anhelo posible. Anhelo de qué o para qué. Un anhelo para poder soñar con fundamento. Y así poder decir que hay futuro, un fututo descansado en la paz.

El texto que Agustín de Hipona nos dice es: “Nos hiciste Señor para ti…” y, este texto, desde la misericordia, no es sino un desafío a la convivencia, un caminar juntos hacia Dios. En ese caminar, juntos hacia Dios, la amabilidad es el primer paso hacia la fraternidad.  Estamos, por tanto, ante una convivencia amable. Lo que añade Agustín, “… y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” (Conf. I,1), es como dar un sentido de/a la vida en Dios; y tal “proyecto” es un anhelo posible.

Para que una (la convivencia) y otro (el anhelo) se den la mano, para que la misericordia y el sentido de la vida no se pierdan en discusiones o discursos es necesario lo que también Agustín de Hipona dijo en otro momento como oración a Dios: “Sana y abre mis oídos, para que pueda oír tu voz, y mis ojos para que pueda ver las indicaciones de tu voluntad; aparta de mí la ignorancia para que te conozca” (Soliloquios I,3).

Desde la oración y la vida fraterna amable, sólo nos queda el anhelo del sentido de nuestra vida; el verdadero sentido, que parte de Dios y llega a Dios. Decir AMÉN, en esta breve reflexión, es la única oración coherente.

Esta anotación que he rescatado de un apunte de 2016, podría ser muy interesante para esta aproximación fría que nos lleva a la NAVIDAD de 2023.

Un anhelo, algo más que un deseo, nos ayuda a soñar un poco para decir, también a Dios, BUENOS DÍAS.