La receta del año nuevo

Publicado el 02/01/2024
Agustinos

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Texto:  Santiago Alcalde, OSA
Música:  Lady Bottle's. FiftySounds.  Esther García

Tome doce buenos meses...

En estos días, para festejar la Navidad y el año nuevo, solemos comer un poco más y un poco mejor. Las amas de casa se esmeran en la comida para que todos tengamos unos días felices. Quisiera dar, no sólo a las amas de casa, sino a todos una receta para cocinar un buen año nuevo.

            En primer lugar, tome doce buenos meses. Tenga cuidado de que estén plenamente limpios de todos los recuerdos de amargura, rencor, odio y celos del año pasado. Aclárelos bien para que queden completamente libres de todo resentimiento que esté adherido a ellos. Quíteles todas las manchas de egoísmo y mezquindad. En resumen, cuide que estos meses estén totalmente libres del pasado.

            Luego, divida cada uno de los meses en 30 o en 31 partes iguales, con excepción del segundo que habrá que dividirlo en 28. No trate de preparar la receta del año de una sola vez. Los que lo hacen echan a perder todo el sabor que cada día tiene. Por eso, prepare cada jornada de la siguiente manera:

            Ponga en cada día doce partes de fe, once de paciencia, diez de valor, nueve de esperanza, ocho de trabajo. Cuidado con este ingrediente. Algunos le omiten y echan a perder el sabor del resto. Siete de lealtad, seis de generosidad, cinco de amabilidad, cuatro de descanso. Si deja de lado este ingrediente es como si no le pusiera aderezo a la ensalada, no lo haga nunca. Igualmente ponga tres de oración, dos de meditación y una de resolución bien seleccionada. Añada a todo esto una pizca de alegría, otra de juego, y una cucharada rebosante de buen humor.

            Agregue, a todos estos componentes, todo el amor de que sea capaz y mézclelo todo con brío. Luego, cocínelo con corazón ardiente y, para finalizar, adórnelo con sonrisas y una pizca de regocijo. Sírvalo con tranquilidad, abnegación y alegría.

Si esta receta, cada día de los doce meses del año, la pones en práctica, puedo asegurarte que el año 2023, será para ti y para los que tienes cerca un año feliz.

Desde un punto de vista humano, esta receta es perfecta; sin embargo para un cristiano, a esta fórmula le falta un ingrediente básico: Jesús. No se puede tener un feliz año nuevo dejando de lado a Dios. No olvidemos que, como dice san Pablo: “En él nos movemos, somos y existimos”.