Texto: Iván Pichel, OSA
Música: Bensoundcute
Abrir los corazones
En esta tercera semana de Adviento se nos invita a ser personas alegres. A estar llenos de alegría. La alegría es un sentimiento de placer y felicidad, de contento, que se manifiesta en expresiones de gozo y júbilo, dicen los diccionarios. Tenemos hasta un himno para ella, pero ¿cómo vamos de experimentarlo en nuestras propias vidas?
Es parte de nuestra vocación de cristianos estar llenos de alegría, y vivir estas ya próximas fiestas de Navidad desde la alegría. Alegrarnos en Dios que es nuestro salvador y viene a nosotros. Y es importante no confundirla con la felicidad, que podemos identificar como estar una tarde en casa tapados con una manta disfrutando de lo que más nos guste. Porque la felicidad es lo que nos quieren vender, una gratificación inmediata.
Pero la alegría no es eso, aunque pensemos que sí. Es una actitud de largo recorrido. Y para estar listos y preparados para la alegría de la Navidad que Dios quiere darnos, hay que abrir los corazones. Solo puede alegrarse quien se queja poco, porque la queja no nos lleva a ningún sitio, es como una mecedora: te mueves sin avanzar. Y la alegría nos lleva a todas partes: al encuentro con el otro, al conocimiento de nosotros mismos, al misterio de Dios que en nuestro momento de mayor oscuridad, se hace luz para recordarnos que nos ama.
Busca y vive tu alegría, esta semana y siempre.