Texto: Quique Infante
Música: Acousticguitar
Inocentes
Mañana celebramos el Día de los Santos Inocentes, un momento para disfrutar haciendo bromas y también para enfrentarlas con buen humor. La clave está en jugar con las mismas bromas que te gustaría recibir.
Sin embargo, dejamos de lado las risas por un instante para hablar de los inocentes de la vida cotidiana. No nos referimos a los niños que murieron por orden de Herodes en la época de Jesús, sino a los inocentes de hoy en día, que son muchos.
Cuando hablamos de "inocentes", pensamos en aquellos que son honestos, sinceros y carecen de malicia. También nos referimos a quienes carecen de experiencia en ciertas situaciones o son ajenos a ciertos hechos o temas. En contextos más coloquiales, llamamos "inocente" a aquel que no comprende completamente una broma, comentario o situación con connotaciones más adultas. En general, en un tono informal, "inocente" suele tener una connotación positiva de pureza o falta de malicia.
Hoy quiero dirigirme a cuatro tipos de inocentes en especial:
Los primeros, los más pequeñitos. A esos bebés que aún viven en el vientre de sus madres y cuyas vidas se ven afectadas por decisiones externas, ajenas a su completa inocencia. Van a llegar al Cielo incluso antes de ver la luz del sol en esta tierra. Yo me alegraré de verlos a todos si tengo la suerte de ir al Cielo, pero me apena profundamente no poder disfrutar de ellos en esta vida.
En segundo lugar, mis "santitos" favoritos de este mundo: las personas, especialmente los más pequeños, que llegaron a este mundo con alguna discapacidad intelectual. Ellos son pura bondad, siempre sonríen y no conocen la maldad. Solo piden cuidado y cariño constantes. Un recuerdo especial para ellos y para aquellos que los cuidan y aman desde sus familias, voluntariados y otras instituciones.
En tercer lugar, aquellos que después de muchos años de vigor y fuerza comienzan a sentir el peso de los años en sus cuerpos y mentes: nuestros mayores, esponjas de cuidado y cariño, y que merecen nuestra máxima atención y apoyo emocional. Una oración para ellos y para quienes dedican tiempo y cariño a cuidar de ellos, especialmente en estas fechas, que muchas veces son duras para ellos.
Finalmente, los cuartos inocentes son las víctimas de cualquier tipo de violencia, especialmente de la guerra. Personas que, sin participar en decisiones, se ven obligadas a lidiar con la amenaza diaria de la violencia, algunas incluso forzadas a empuñar un arma para defenderse de otros como ellos, que tampoco querían pelea. Ojalá pronto veamos soluciones a los conflictos armados que nos afectan.
Tómate un momento mañana, además de planear buenas bromas para los amigos, para dedicar unos minutos de cariño, oración o atención a cualquier persona que responda a tu definición de "inocente".
¡Buenos días!