El maestro don Ejemplo

Publicado el 24/01/2024
Agustinos


Texto:  Maximiliano -  Quique Infante
Música:  Bensoundcute

"Demuéstralo, no me lo cuentes"

Hoy conmemoramos el Día Mundial de la Educación, un ámbito en el que los Agustinos han destacado a lo largo de su historia como expertos comprometidos con una vocación excepcional. Quisiera expresar mi profundo agradecimiento por la invaluable labor que los Agustinos desempeñan en la educación, extendiendo su impacto a todos los rincones del mundo.

En esta jornada dedicada a la educación, me viene a la mente una frase de uno de mis destacados profesores universitarios, quien nos instó a seguir un lema, expresado en inglés como "Show, don't tell" (Muestra, no cuentes). Personalmente, me gusta interpretarlo como "Demuéstralo, no me lo cuentes", otorgándome cierta libertad idiomática.

Es evidente que confiamos parte de la educación de nuestros hijos a la escuela, así como una porción de la formación cristiana a sus maestros, catequistas, directores espirituales y otras figuras e instituciones colaboradoras. Sin embargo, hoy deseo enfocarme en el maestro que reside en el hogar, aquel que considero más crucial: el "maestro don Ejemplo". Resulta complicado instar a nuestros hijos a actuar de cierta manera si luego observan que nosotros mismos actuamos de manera opuesta. Es sencillo y a la vez complejo.

En varias ocasiones, he escuchado a un sacerdote agustino citar una frase atribuida a Santa Teresa de Calcuta que dice algo similar a esto: "No os preocupéis si vuestros hijos nunca os escuchan, os están viendo". Esta afirmación encapsula de manera perfecta la esencia de la educación cristiana que ofrecemos a nuestros hijos.

Te propongo un ejercicio: imagina qué responderían tus hijos si alguien les preguntara: "¿Y tus padres, son buenos cristianos?" Sé que autoevaluarse no es tarea fácil, pero si crees que tus hijos darían una respuesta positiva a esa pregunta, significa que tu enfoque de "Demuéstralo, no me lo cuentes" está funcionando razonablemente bien. En caso contrario, tienes un nuevo propósito para hoy. ¡Adelante!

¡Buenos días!