Huellas en la arena

Publicado el 05/02/2024
Agustinos


Texto:  Jordí Vaqué
Música:  Bensoundcute

"¡Oye!, ¡espera un momento!…para y quédate conmigo”

 

Buenos días,

A veces necesitamos parar un momento, respirar y calmar esta frenética locura en la que se ha convertido nuestro día a día.
Cuando puedo, intento acudir a alguna adoración al santísimo y allí parece que oigo decir…”¡oye!, ¡espera un momento!…para y quédate conmigo”... Sé que si lo hago, paro la cabeza...descanso y recupero el aliento en Él, pero no siempre lo consigo. 

A veces no entendemos lo que nos pasa, no comprendemos por qué nos toca vivir en cada momento, lo que nos toca vivir ... eso me hace pensar en lo que pudieron pensar los habitantes de una región del sur de Italia, cerca de la actual Nápoles un 5 de febrero del año 62 cuando se produjo un terremoto con epicentro en la ciudad de Estabia, quedando severamente dañadas las ciudades de Pompeya y Herculano.
Este terremoto sería el precedente de la erupción del monte Vesubio del año 79 (17 años después)…del cual Séneca (filósofo y dramaturgo) escribió una crónica.
En esta erupción quedaron sepultadas las ciudades de Pompeya, Herculano, Estabia y Oplantis, las dos primeras con una población cercana a las 20.000 personas.

Pudieron pensar algo similar a lo que relata esta pequeña historia “huellas en la arena”:
“Una noche soñé que caminaba a lo largo de la playa con el Señor. Mientras paseábamos comencé a revivir la película de mi vida.
En cada escena podía ver dos pares de huellas que se formaban en la arena, las mías y las del Señor.
Cuando la última escena terminó, miré hacia atrás y me di cuenta de que en muchos momentos solo había un par de huellas, y que esto coincidía con aquellos momentos más bajos y más tristes de mi vida.
Me preocupé y le pregunté al señor “Tu dijiste que si té seguía siempre caminarías a mi lado, hasta el final. Pero he notado que en los momentos más difíciles de mi vida solo había un par de huellas en la arena. No comprendo como cuando más te necesité me dejaste solo.”
El Señor respondió: “Querido hijo, te amo y nunca te abandonaría durante momentos de prueba y sufrimiento. Los días en los cuales había un solo par de huellas eran precisamente aquellos en los que no podías caminar y yo te llevaba en mis brazos."

Por otro lado, hoy se celebra el día de Santa Águeda de Catania, también conocida por Ágata de Sicilia, que fue una joven cristiana que vivió en el siglo III y falleció con tan solo 20 años durante las persecuciones del emperador Decio, por no acceder a casarse con Quintianus procónsul de Roma, manteniendo su fe y convicciones.
Este día, en el pequeño pueblo de Zamarramala, se denomina el día de las Águedas. Desde 1227 se celebra que gracias a las mujeres del pueblo se consiguió conquistar el Alcazar de Segovia, por aquellos tiempos en manos de los musulmanes.
Desde aquel año las Zamarriegas celebran Santa Águeda como su gran día, una jornada en la que las mujeres son protagonistas, mandan sobre todo y nombran al “Mata hombres de Oro”, que suele ser un personaje ilustre que ha contribuido a lo largo de su vida a la defensa / mejora de la situación de la mujer.

Por último, en esta semana la ONU propone celebrar la “semana mundial de la Armonía Interconfesional”, busca “tender puentes” hacia el desarrollo sostenible, con el objetivo de vivir en un mundo más armónico y tolerante para todos…fomentan el entendimiento, cooperación y diálogo entre las personas, que por razones sociales o culturales profesan religiones, confesiones y creencias distintas.

¡Cuántas cosas!, pero hagamos caso cuando se nos llama …"¡oye!, ¡espera un momento!…para y quédate conmigo”

¡¡Buenos días!!