Texto: Maximiliano L. García Pelayo

Música:  Amazing Grace – Kesia

¿Cada 4 años?... No, debería ser siempre

Muy buenos días a todos.

Hoy es un día de agradecimiento por la oportunidad que nos brindas al despertar en este 29 de febrero, un día que solo aparece en nuestro calendario cada cuatro años. Reconozco que cada mañana es un regalo tuyo, Señor, pero hoy en particular quiero detenerme y reflexionar sobre la singularidad de esta fecha.

En este día inusual, reconocemos la importancia de cada momento que nos ofreces. Cada día es un regalo, y hoy mucho más apreciado.

Hoy recordamos a San Dositeo, santo que solo celebramos en años bisiestos. Ejemplo de vida ascética y caridad, le pedimos hoy que interceda por nosotros. Señor, te pedimos que nos ayudes a seguir su modelo de servicio desinteresado. Que podamos encontrar maneras concretas de compartir nuestros esfuerzos con quienes más lo necesitan, imitando su dedicación a la caridad y la compasión.

Hoy nos levantamos con alegría en nuestros corazones por el regalo de este día. Te agradezco, Señor, el don de la vida y la oportunidad de experimentar tu amor y gracia cada mañana. En este 29 de febrero, como deberíamos hacer todos los días, pido tu guía y protección para cada paso que dé. Que cada palabra que pronuncie y cada acción que realice reflejen tu amor y tu luz.

Pongo ante ti mis alegrías y preocupaciones, sabiendo que nos acompañas sin condiciones. En este día bisiesto, recemos por aquellos que necesitan tu consuelo y sanación como hacía San Dositeo. Extiende tu mano salvadora sobre ellos y llénalos con tu paz.

Permítenos ser un instrumento de tu paz y de tu amor en este mundo que tanto te necesita.

Que cada día, incluido este 29 de febrero, especial en el calendario, sea una oportunidad para crecer en tu amor y llevar tu luz a un mundo sediento de tu gracia.

Feliz día a todos.