Texto: Clara de Mingo
Música: Acousticguitar
Un hombre fundamental en el proyecto de DIos
En muchas catequesis hemos llevado a cabo la dinámica de describir a otra persona con una sola palabra. De esta manera, podemos ver la imagen que los demás tienen de nosotros, y en muchas ocasiones, el resultado nos sorprende al ver que solemos infravalorarnos.
Al terminar de escribir este tipo de textos, toca pensar en el título, y, salvo que tenga la frase en la cabeza, me gusta sintentizarlo en una palabra. En esta ocasión, quería que fuera la palabra con la que yo describiría a San José. Y la primera que se me vino a la cabeza fue SENCILLO.
La figura de San José, sin lugar a dudas, es cuanto menos enigmática. Estamos acostumbrados a vivir viendo cómo la gente trata de ser la protagonista, de sobresalir por encima de los otros, y no nos damos cuenta de que en ocasiones hay que adoptar un tono más neutro, un perfil medio o bajo, tirando de humildad y sencillez.
Si hablamos de una persona, por "sencillo" nos referimos a alguien que no actúa con pretensión, con doble filo, con vanidad, sino de una manera sincera. Y ¿qué
Hablar de José, padre del recién nacido, del que conocemos su ascendencia y genealogía y con ello el vínculo con Abraham y David, suele convertirse en un quebradero de cabeza, ya que, frente a la aparente simpleza, nos encontramos de bruces con un hombre fundamental en el proyecto de salvación de Dios.
En muchas ocasiones he tratado de imaginar cómo serían los primeros años en esa familia de Nazaret. San José en el banco de trabajo, con una madera en las manos, mientras el silencio observa cómo Maria juega con el Niño Dios, haciéndole carantoñas. Y en medio de este silencio, San José tratando de asimilar y entender el misterio que tenía ante sus ojos. Un Dios que por amor se ha hecho hombre como nosotros.
Tal y como vemos en el Evangelio de hoy, esperó contra toda desesperanza, dejándose iluminar por Dios y aceptando a María y ser padre en esta tierra de Jesús hecho niño.
Es de destacar, que en ningún momento conste que dijera algo, sino que solamente obedeció con gran docilidad. Siempre a la escucha de la voz de Dios, siempre dispuesto a obedecerle desde ese segundo plano.
Hoy queremos pedirte Señor, que tengamos siempre en nuestras vidas a San José, como ejemplo de humildad y sencillez, intercediendo por nuestros padres y abuelos. Para ello, queremos ofrecerte la siguiente oración:
San José, padre adoptivo de Jesús,
Custodio de la Sagrada Familia,
Hoy queremos pedirte
que intercedas por todos los padres del mundo.
Que eduquen a sus hijos en el amor de Dios como tú lo hiciste,
que les enseñen a escuchar Tu Palabra y a vivir según tu voluntad.
Que junto a sus esposas les brinden un hogar
donde el amor y el respeto sean el pan
de cada día como en la Sagrada Familia.