Texto: Pilar Garrido
Música: Bensoundcute
Dignidad del trabajo humano
La Iglesia Católica celebra el 1 de mayo San José Obrero, Patrono de los trabajadores, como manera de honrar al padre de Jesús y a los trabajadores, una manera de dignificar el trabajo humano. Pio XII instituyó la fiesta religiosa para que el ejemplo de San José sirva de protección a todas las uniones de trabajadores.
Nos remontamos a 1886 para conocer los orígenes de este día festivo. Comenzaron por aquel entonces los movimientos sindicales en defensa del trabajador que en aquellas fechas era explotado en las fábricas con unas jornadas laborales interminables de 16 horas diarias, ante esta situación el sindicato más fuerte por aquel entonces en los EEUU decidió que a partir del 1 de mayo la jornada se redujese a la mitad, máximo 8 horas diarias, amenazaron con huelgas si eso no se cumplía. El lema que utilizaron fue 8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de descanso. La lucha no fue fácil, se vivieron jornadas de protestas, especialmente fue duro en Chicago donde unos 80 mil trabajadores se enfrentaron a la policía. Murió en estos duros enfrentamientos un policía por la explosión de un artefacto y las autoridades condenaron por ello a los trabajadores, de los cuales 30 fueron detenidos, 3 condenados a prisión y 5 a la horca, se les conoce como “Los mártires de Chicago”, 3 años después el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional en 1889 declaró el 1 de mayo DIA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES. En 1955 el Papa Pio XII delante de un grupo de trabajadores quiso que San José como cabeza de la Sagrada Familia fuese según sus propias palabras” Para todos los obreros del mundo, especial protector ante Dios y escudo para la tutela y defensa en las penalidades y en los riesgos del trabajo”
Tenemos a San José como modelo de trabajador, para ver el trabajo desde una perspectiva espiritual que nos sirve para realizarnos y satisfacernos, no solo para producir cosas. Siempre tendremos a San José como ayuda ante las injusticias laborales, la necesidad de un empleo digno o cuando el trabajo nos falte.