Texto: Miguel Ängel Herrero, OSA
Música: Acousticguitar
Por todos los que caminan en la vida
Buenos días
Hoy los agustinos celebramos Nuestra Señora de Gracia, la advocación mariana más antigua venerada en nuestra Orden y que tiene sus origen en el saludo del arcángel Gabriel a María: “Alégrate, llena de Gracia, el Señor está contigo”.
Seguramente en esta misma aplicación, encontrarás alguna reseña más histórica y amplia de esta advocación agustiniana. Por eso, permitidme, que saque a relucir otra advocación mariana de fuerte calado en mi vida.
Hoy, en Argentina, celebran a su patrona Nuestra Señora de Luján y, para los que hemos pasado algunos años de nuestro ministerio por esas benditas tierras, la “virgensita de Luján” se ha colado en nuestro corazón y devoción.
La imagen de la Virgen de Luján es pequeña y sencilla, de unos 40 cm de altura, realizada en arcilla cocida y es una “Inmaculada concepción” que ejerce su patronazgo en la Basílica de Luján, una imponente construcción neogótica del siglo XIX, a orillas del río Luján, de la que destacan sus dos torres de más de 100 metros de altura.
La Basílica es de obligatoria visita para todo católico argentino o residente en el país y existe una especie de sentimiento popular de que para que una visita a Luján sea "completa" se requiere confesar los pecados, escuchar la Palabra de Dios, celebrar la Eucaristía y presentar la acción de gracias por medio de María.
Y junto con esa “visita completa a Luján”, existe otro evento mariano de significativa fuerza e infaltable realización: la Peregrinación juvenil a Luján, donde más de un millón, millón y medio de personas, en su mayoría jóvenes, peregrinan a pie desde el Santuario de San Cayetano en Liniers (ciudad de Buenos Aires) hasta la Basílica de Luján; 60 km de esfuerzo, sacrificio, devoción, cantos… para llevarle a la madre sus promesas, ruegos, oraciones…
He tenido la suerte de participar en esta peregrinación como apoyo (puestos sanitarios, de comida, de oración y confesor) y como peregrino (paso a paso con los jóvenes de nuestras parroquias y colegios) y ver a lo lejos las imponentes torres de la Basílica a las que parece que nunca terminas de llegar, tomar aliento en la plaza y entrar –si te deja la multitud- al camarín de María ha sido y será un recuerdo imborrable, por eso “la virgensita de Luján”, late en mi corazón y a ella pido por todos los que caminan en la vida en busca de salud, trabajo, calma para sus tempestades, sentido, fe… especialmente por los jóvenes.
Y como entonaría un buen payador*:
“Aquí me pongo a cantar
con cualquiera que se ponga
la mejor, la gran milonga
que se habrá de perpetuar
entre la Pampa y el mar
y el que es mayor que los dos,
cielo estrellado de Dios
donde sus plantas están,
canto a la Flor de Luján,
canto a la Madre de Dios.”
Nuestra Señora de Gracia, Virgen de Lujan, ¡intercede por nosotros!
Por cierto, en nuestra Parroquia de San Manuel y San Benito (Columela) tenemos una imagen de la Virgen de Luján qué “peregrinó” hasta aquí.
*Oraciones a Nuestra Señora de Luján – Foros de la Virgen María