Centrarse en la solución no en el problema

Publicado el 14/05/2024
Agustinos


Texto: Santiago Alcalde, OSA
Música:  Acousticguitar

El hotel que recordaba a sus clientes

Hay personas, muchas más de las que parece, que entre dos opciones, siempre buscan la difícil antes que la fácil. Están como obsesionadas por la desgracia, por precaverse antes de recibir el supuesto golpe adverso que dicen ver en lontananza. Siempre miran el lado malo y no el lado bueno de la vida y de la gente. Viven, para su desgracia, buscando nubes negras en el claro día de la mañana.

Un magnate hotelero estadounidense viajo a Calcuta y se hospedó en el mismo hotel donde hacía un año se había alojado. El hotel hindú, ni de lejos podía compararse a ninguno de sus hoteles, no obstante el empresario se quedó gratamente sorprendido cuando el empleado que lo recibió, con una gran sonrisa le dijo: “Bienvenido nuevamente señor a nuestro hotel. Nos es muy grato recibirle de nuevo”. Estupefacto porque ese empleado recordara que él hacía un año había estado en el mismo establecimiento, se sintió muy bien y decidió imponer el mismo sistema en su cadena de hoteles.

Cuando regresó a Nueva York inmediatamente puso a trabajar en este asunto a sus directivos. La solución que le dieron fue buscar el mejor software con reconocimiento de rostros, base de datos, cámaras especiales, tiempo de respuesta en microsegundos, capacitación a empleados, etc. etc. Todo ello con un costo aproximado de tres millones de dólares.

 No le convenció esta solución por lo decidió viajar de nuevo a Calcuta, ir al mismo hotel y sobornar, si era necesario, al empleado del establecimiento para que le revelara la tecnología que aplicaban. El empleado no aceptó ni siquiera una propina y humildemente le comentó lo que hacían. “Mire, señor, nosotros tenemos un arreglo con los taxistas que traen a los huéspedes. Ellos les preguntan, si ya se han hospedado en el hotel al cual le traen. Si es afirmativo, cuando dejan su equipaje, nos hacen una seña y así se ganan un dólar".

Yo admiro a las personas sencillas, esas que no tratan de encontrarle “cinco pies al gato”. Las que ante un problema buscan la solución más simple. Las que se centran no en el problema; sino en la solución del mismo. De esas personas es de las que Jesús decía: “Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra”.