Texto: Blnaca Rodrigo
Música: Acousticguitar
Días importantes
¡Buenos días!,
Mayo, mes de María, mes de las flores, mes de muchas celebraciones y desde luego este año muy, muy especial en nuestra familia con la graduación en bachillerato de la mayor, y la Primera Comunión de la pequeña. Montaña rusa de emociones y resaca emocional absoluta, pero gracias a Dios por cosas tan bonitas, que bienvenidas sean tanto la montaña rusa como la resaca, por supuesto.
El trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, el lidiar con tantos cambios físicos y psicológicos, las relaciones en casa y con los amigos, el conocerse, el tratar de encontrar el camino, el aprender a disfrutar del conocimiento, el saber que también es importante la solidaridad y estar al lado del prójimo, la no siempre fácil flexibilidad y capacidad de adaptación, la gestión de emociones, las dudas, o no, de fe….., todo esto y más llevan a una ceremonia maravillosa de econocimiento y de finalización de una preciosa etapa, ¡Un paso más en el camino de sus vidas, con toda la vida por delante!. ¡Qué satisfacción y orgullo para los padres!.
¡Y qué decir de la Primera Comunión, la sigo recordando como uno de los días más felices de mi vida!
En ese día, su día, los niños son el reflejo de la felicidad más pura e inocente, de la ilusión y emoción con mayúsculas, y, aunque habrá de todo, doy fe de que la mayoría son conscientes de recibir a Jesús por primera vez y de que ese es el mayor regalo, aunque a veces no se lo ponemos fácil los adultos con comuniones que se vuelven más y más sofisticadas, pero ahí está el Espíritu Santo para poner las cosas en su sitio, sin duda.
He tenido la inmensa suerte de vivirlo como madre y como catequista, y doy gracias a Dios por esta misión, porque no me puedo sentir más orgullosa de cada uno de ellos y me quedo con esas miradas, esas sonrisas y esos abrazos tan de verdad, que me emociono aún al escribir estas líneas. Lo dicho, un auténtico lujo acompañarles en este camino hasta el sacramento de la Eucaristía.
Me gustaría terminar estos Buenos días de acción de gracias con la oración más bonita del mundo, la que nos enseñó Jesús, el Padrenuestro:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.