El ranking

Publicado el 28/05/2024
Agustinos


Texto: Aurora Sanz
Música:  Bensoundcute

Las piedras y el frasco

 Justo al final del Evangelio de hoy aparece la famosa frase de "Los últimos serán los primeros". En otras versiones aparece como “Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros”.

Es bastante difícil de comprender y ya no digamos de llevar a la práctica, en un mundo como el nuestro, donde hay muchos egos de tamaños descomunal. Lo que nos invita esta frase es a saber liberarse de las cosas terrenales (lo que no quiere decir que no sean necesarias) y darles la importancia justa, siempre después de Dios. Esto nos permitirá no solo ser felices en la vida eterna, sino también en esta, porque hablamos de la verdadera felicidad y no de la “pseudo” felicidad que nos venden. Al final es una cuestión de prioridades y de coherencia en nuestras decisiones que afectan transversalmente a todos los niveles de nuestra vida. Y para esto os copio una pequeña historia que resume todo esto de una manera muy gráfica:

Las Piedras y el Frasco:

Cierto día un motivador estaba dando una conferencia sobre gestión de tiempo a un grupo de profesionales. De debajo de la mesa sacó un jarro de vidrio de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él. Luego sacó una docena de piedras del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarro. Cuando el jarro estaba lleno hasta el tope y no podía colocar más piedras preguntó al auditorio: ¿Está lleno este jarro? Todos los asistentes dijeron ¡Sí!

Entonces dijo: ¿Están seguros? Y sacó de debajo de la mesa un cubo con piedras pequeñas de construcción. Echó un poco de las piedras en el jarro y lo movió haciendo que las piedras pequeñas se acomoden en el espacio vacío entre las grandes. Cuando hubo hecho esto preguntó una vez más: ¿Está lleno este jarro?

Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes dijo en voz alta: “Probablemente no”. Muy bien contestó el expositor. Sacó de debajo de la mesa un cubo lleno de arena y empezó a echarlo en el jarro. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas. Una vez más pregunto al grupo: ¿Está lleno este jarro? Esta vez varias personas respondieron a coro: ¡No!

Una vez más el expositor dijo: ¡Muy bien! luego sacó una jarra llena de agua y echó agua al jarro con piedras hasta que estuvo lleno hasta el borde mismo. Cuando terminó, miro al auditorio y preguntó: ¿Cual creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?

Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: La enseñanza es que no importa como de lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas. ¡No! replicó el expositor, esa no es la enseñanza. La enseñanza es que, si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro momento.

Pongamos a Dios como nuestra primera piedra en el frasco de nuestra vida. El resto se irá acomodando. 

Muy buenos días,