Texto: P. Juan Manuel Paniagua M., OSA
Música: Amazing Grace - Kesia
Contigo Somos Europa
¡Buenos días!
Tal como nos toca vivir y concebir esta Europa en la que estamos, es bueno que como creyentes cristianos acudamos a nuestros santos patronos, y recordemos que en Europa son seis los santos que la Iglesia ha declarado como patronos este viejo continente. En el caso de hoy, 11 de julio, nos toca precisamente recordar al más antiguo de todos ellos: San Benito de Nursia. Aunque su vida transcurre en la Italia de finales del siglo V y la primera mitad del siglo VI, su gran labor se va a extender por toda Europa, teniendo especial repercusión como es lógico en la Europa occidental.
Desde su gran intuición humana y su perfecta inspiración divina, surge la expansión de una nueva forma de vida para la iglesia: el monacato, que un siglo antes ya había promovido nuestro gran San Agustín. Pero su influencia no se queda solo en el mundo de los monasterios y abadías, sino que extenderá sus lazos a la política, a la cultura y al arte. Precisamente y gracias a su inspiración, su heredera la Orden Benedictina en sus sucesivas reformas “arrastrará” consigo la expansión de los grandes estilos artísticos del medievo: el románico primero y el gótico después.
Pero lo que en estos días nos preocupa sobremanera, es la idea de que vuelva a reinar la paz en toda Europa; esa guerra que lleva más de dos años abierta en Ucrania con la invasión rusa, y esas otras pequeñas “guerras” que se van formando en las políticas de los distintos estamentos de los países y del conjunto de la Unión. Precisamente el escudo de la Orden Benedictina, dedicada fundamentalmente a la expansión del cristianismo y a la evangelización de toda Europa, lleva en el centro del mismo y junto a la cruz el concepto que hoy tanto deseamos: PAZ (“pax” en latín).
Que San Benito, patrono y protector de Europa, interceda ante Dios nuestro Señor para que mueva los corazones de todos los europeos y especialmente de sus dirigentes para conseguir la tan deseada y anhelada paz para este viejo continente. Amén.
¡Muy buenos días!