Texto: Pilar Garrido
Música: Amazingrace
Preparados para la siembra
En estos momentos de relax veraniego y en vísperas de celebrar la festividad de nuestro patrón Santiago, gran amigo de Jesús que tuvimos la suerte de que fuera el a quien le tocara venir a dar a conocer el Evangelio a los pobladores de la Península, me encuentro con una lectura de Mateo, otro de los grandes de Jesús que cuenta otro momento importante de la predicación de Jesús:
Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló muchas cosas en parábolas:
«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron.
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron. Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que oiga».
Yo me imagino ahora en la orilla, sentada frente al mar y Jesús desde su barca me habla, he de deciros que, si ocurriera físicamente, el susto iba a ser grande.
Pero El nos habla, sentados en la orilla o currando en medio de una reunión y siembra, para que lo recojamos como terreno fértil y demos buen fruto. Pero cuantas veces cae al borde del camino y se nos comen los pájaros. Cuando mis hijos eran pequeños, allá por el Pleistoceno, había una peli de dibujos en la que decían “Habla chucho que no te escucho” pues eso, que nos habla y ni caso. Pero Jesús insiste y sabe que tenemos oídos y sigue sembrando para que en algún momento demos ciento, sesenta, treinta. En la tranquilidad o paz de cada uno, en estos días veraniegos, preparémonos para dar ciento sesenta.
¡Disfrutad del verano escuchando a Jesús!