Texto: Iván Pichel, OSA
Música: Bensouncute
Un día lleno de suertes
Que hoy sea martes y trece habría dado para unos cuantos párrafos sobre desgracias y supersticiones si sucediera en otro mes del año distinto de agosto. Porque ahora estamos más pendientes de un viaje, de un chapuzón en la piscina o de ver un atardecer en la playa.
Vamos, que parece que solo nos fijamos en estas cosas durante las tareas de cada día.
Siempre he pensado que el verano y su tiempo de descanso (para los que tienen la suerte de poder disfrutar de vacaciones) nos enseña muchas cosas que tristemente no llevamos en la maleta de regreso para cuando retomamos la actividad. Nuestra capacidad de no dramatizar muchos de los acontecimientos que nos pasan en vacaciones, de saborear las cosas a un ritmo más pausado y más disfrutón, de dedicar tiempo a lo que nos gusta y nos hace crecer, de cuidar especialmente a gente a la que a lo mejor no dedicamos tiempo durante el año… debería ser algo para utilizar y vivir siempre, no solo cuando la tarea y la rutina se han quedado en pausa.
Hoy Jesús nos habla en el evangelio de hacernos sencillos como los niños y que nuestra vida gire en torno a esa sencillez. Seguro que estos días estamos cerca de algún pequeño y podemos ver cómo vive con mucha naturalidad y sin preocupaciones porque se sabe seguro de estar en las manos protectoras de sus padres y familia. Poder abandonarnos también, en estos días, en las manos de nuestro Padre que quiere lo mejor para nosotros y siempre va a venir en nuestra busca, debería ayudarnos a entender que nuestro descanso y ocio también viene de Él, que no es solo fruto nuestro, sino de su voluntad de sabernos cuidados en todo momento, también cuando parece que se ha ido de vacaciones y nuestra fe queda un poco más aparcada.
El hijo de una amiga llama suerte a todas las cosas con las que se encuentra a lo largo del día que le gustan o ve que están bien, y siempre acaba diciendo que su día está lleno de suertes. Quizá nosotros deberíamos hoy fijarnos en todas esas pequeñas buenas suertes que nos hablan de lo pendiente que está Dios de cada uno de nosotros.
Buenos días.