Texto: P. Santiago Alcalde Arriba, OSA
Música: Amazing Grace - Kesia
El empresario de casi todo
¡Buenos días!
“No es más feliz el que mucho tiene, sino el que poco necesita”. Esta frase de san Agustín nos descubre una verdad que no todos admiten; y que la gran mayoría de las personas no siguen.
Era un gran empresario, que de no tener nada, pasó a tenerlo casi todo. Era el “empresario de casi todo”. Tenía propiedades, empresas, bancos, miles de empleados, y dinero, muchísimo dinero. Pero no estaba satisfecho con tener casi todo y lo quería todo: más poder, más dominio, más fama y mucho más de todo lo que ya tenía… Entonces mandó a sus hombres, los más preparados, para que le consiguieran lo que le faltaba. Así obtuvo más tierras, más negocios y muchísima más riqueza, poder y fama.
Cuando poseyó todo esto, vio con disgusto, que seguía siendo el “empresario de casi todo”. Por eso quiso tener las flores, los frutos, los pájaros, las estrellas, e incluso al mismo sol. Flores, frutos y pájaros se los trajeron. Se apresaron, para él, las estrellas y el sol perdió su libertad. Pero el empresario todavía no lo tenía todo. Seguía siendo, como al principio; aunque con más propiedades, el “empresario de casi todo”.
Esto le produjo tristeza y melancolía. Para distraerse de su abatimiento, se puso a caminar por sus enormes campos donde todo era suyo y descubrió que todo lo que le rodeaba era vulgar y feo. Feas las flores, insípidos los frutos, silenciosos los pájaros. La noche no tenía estrellas y el día no tenía sol. Entonces decidió dejarlo todo, como cuando no tenía nada. El sol y las estrellas recuperaron su libertad. Las flores, los frutos y los pájaros volvieron a sus campos. El dinero y las posesiones las repartió a los pobres. Y él dejó de lado toda riqueza, poder y fama… Y así, liberado de todo, recobró la alegría, la paz y la felicidad. Con asombro se dio cuenta de que dejándolo todo, lo tenía todo.
Amigo, te propongo que, aunque no lo dejes todo, hagas la experiencia de prescindir de todo lo más que puedas. Así obtendrás la alegría, paz y felicidad, que sólo consigue un corazón desprendido; porque “No es más feliz el que mucho tiene, sino el que poco necesita”.
¡BUENOS DÍAS!