Texto: P. Juan M. Paniagua Miguélez, OSA
Música: Amazing Grace - Kesia
SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA
¡Buenos días!
Un día como hoy, en el mundo agustiniano y en el mundo valenciano, no necesita presentación, pues recordamos al gran maestro de la caridad, al padre de los pobres, al obispo limosnero, al gran predicador, al mejor arzobispo de Valencia (y reformador de su diócesis), al gran superior provincial de los Agustinos en España, al patrono de los estudios de toda la Orden de san Agustín… O como diría también su gran admirador Francisco de Quevedo, al “santo español y buen español”.
Y, precisamente, guiados por este gran maestro de la literatura española del Siglo de Oro, centramos nuestra sencilla reflexión de este día; esto escribía Quevedo dirigiéndose al mismísimo rey de España, Felipe III, para apoyar la causa de canonización de nuestro Santo protagonista:
“Vida y muerte que dejaron a España deudora de tantos beneficios, doctrina y milagros, hoy la hallan agradecida, pues con tantas veras negocia de la Iglesia, con el amparo de vuestra majestad, lo que solo el tiempo detiene a sus merecimientos, que es la canonización del bienaventurado arzobispo fray Tomás de Villanueva, cuya historia escribo. Vea vuestra majestad en esta memoria (que por ser del justo será eterna, como dice David) un arzobispo que eligió el emperador Carlos V, abuelo de vuestra majestad, donde juntamente le dejó ejemplo a cuya imitación eligiese prelados y a ellos con que electos pudiesen invitándoles a hacerse dignos de la prelacía”.
Quedémonos también, como recoge el propio Quevedo en esta pequeña biografía de Santo Tomás, con aquella anécdota sucedida en Valladolid, donde él era prior del convento, y al interceder por un reo a muerte, el mismísimo rey y emperador Carlos V, tras haber negado inicialmente el perdón (incluso ante la intercesión de su hijo el príncipe Felipe), decía lo siguiente:
“Hágase lo que pedís; a vos, fray Tomás, no os puedo yo negar nada, conociendo que sois enviado del cielo por ministro de la caridad y misericordia”.
Sirvan, pues, estas líneas del saludo en estos buenos días, a través de nuestra App para honrar debidamente a quien he podido tener personalmente como gran maestro e inspirador en el mundo pastoral, particularmente en los últimos 11 años trabajando en nuestro colegio de Valencia, que se honra con llevar su nombre, y al haber vivido al abrigo de aquella ciudad que él engrandeció siendo su arzobispo en el siglo XVI.
¡Feliz día de Santo Tomás de Villanueva!
¡Muy buenos días!