Texto: Serafín de la Hoz, OSA
Música: Amazingrace
Tiende Jesús la mirada
sobre sus buenos amigos;
y al sentir en sus adentros
el ansia del compromiso,
toma asiento en una piedra,
mece su mente de ungido
y acaricia ese momento
con unción y señorío.
“Dichosos de pleno efecto
los pobres y los sufridos,
los mansos de libre vuelo;
quienes firman un destino
con el llanto asimilado
y un corazón compasivo;
quienes luchan por la paz,
aunque sean perseguidos
y viven -la frente en alto-
la justicia en flor de olivo”.
¡Utopía, ensoñación… / y abierto contrasentido!
No se aviene al sentimiento / con el verso y contenido
que el corazón nos demanda / en la tierra sumergidos...
Este es mi manifiesto, / “Carta Magna”, don divino,
para quien siga en silencio / mi huella en el buen camino
con transparencia de alma / y el gozo de fiel testigo.
Los pensamientos del hombre… / son los de un ángel caído.
Para elevarse a la cumbre / con dignidad y buen juicio…
abrid el alma a la fiesta / del postulado divino.
No es de sabios rendir culto
a los ‘dioses del Olimpo’.