Día 2... de 40

Publicado el 06/03/2025
Agustinos


Texto:  P. Juan M. Paniagua M., OSA

Música: Amazing grace (bendito amor) - Kesia

Día 2... ¡de 40! 

¡Buenos días!

“¡Mira que os lo dije!” Esto es lo que debió pensar Jesús de Nazaret ,y se quedaría con ganas de habérselo dicho a sus apóstoles. Hoy, nos lo vuelve a recordar a nosotros a través de la liturgia, pues el evangelio de este día, precisamente el segundo día de la cuaresma, apenas hemos comenzado, ya se nos recuerda que Jesús de Nazaret tiene que padecer mucho, tiene que sufrir y morir crucificado (Lc 9, 22-25). Y, mientras, nosotros seguimos haciendo nuestro camino lejos de las exigencias de la cruz y de los compromisos que nos pide el Maestro.

Con el Evangelio en la mano y con nuestro lema mensual “Renovemos la Esperanza”, ¿cómo se casa todo esto? Pues, hablando de “bodas” la respuesta es fácil: con el AMOR y, como somos creyentes, con el ingrediente fundamental: la FE. Solo con nuestras tres grandes virtudes, podemos sacar adelante toda una vida y responder a las exigencias y a la guía que nos plantean Jesús de Nazaret.

Desde la fe, el motor de nuestra vida nunca desfallece y confía plenamente en lo que dice nuestro líder y maestro, Jesús de Nazaret; y, es la verdad, que debemos seguir y por la que debemos luchar. Con el amor, ponemos en práctica la esencia misma de nuestra religión, de un Dios encarnado y entregado cada día en la Eucaristía y en la Cruz, y que nosotros traducimos con nuestra vida, también entregada, a quienes necesitan el pan de cada día y a quienes sufren en esta vida.

Y, así, llegamos a la tercera virtud teologal, la esperanza, que debe ser, como nos recuerda el lema mensual, renovada para que sea la auténtica luz hacia donde caminamos en esta Cuaresma y a lo largo de nuestra vida. Y, solo así, comprenderemos las palabras de Jesús que hoy se subrayan en el Evangelio.

Sigamos viviendo la cuaresma “día a día”, y seguro que llegaremos al día 40 para poder afrontar las exigencias de los grandes misterios que revivimos cada Semana Santa.

¡Muy buenos días!