Texto: Pilar Garrido
Música: Acousticguitar
Todos los años por estas fechas, me hago los mismos propósitos, empezar y llegar a la Pascua, bien preparada. Empiezo con buenas ideas y llega el Jueves Santo, echo la vista atrás y como los propósitos de comienzo de año, ni gimnasio, ni adelgazo, ni aprendo inglés…ni confesión, ni pongo al Señor en su lugar, delante van tantas ocupaciones... No tengo conciencia de haber hecho nada bueno, se pasa la Cuaresma un año más.
Un pájaro, anida durante el invierno y en primavera inicia el vuelo hacia tierras más cálidas. Los hombres como los pájaros, estábamos dormidos anidando hasta que llegó un Hombre que lo cambió todo, que nos revolucionó y que a través de unos pocos años aquí, cambió la Historia de la Humanidad.
Tenemos ahora como cada año, nuestro viaje de primavera, nueva oportunidad para resetearnos, nuestro propio camino hacia la salvación, rememoramos Su caminar por esta tierra. Igual que El con los discípulos se prepararon para celebrar la Fiesta de la Pascua, nosotros tenemos cada año la oportunidad de prepararnos también para la Pascua, para mejorar nuestra propia historia. Me acuerdo cuando de pequeña en el colegio, teníamos una profe que nos hacia poner en un papelito cada día algo que queríamos cambiar durante la Cuaresma y al llegar las vacaciones de Semana Santa lo quemábamos.
Ojalá podamos estos días cambiar un poco. Esa mala cara al despertar, esa contestación en un mal momento, no ayudar a alguien que nos pide una mano, no criticar cuando alguien no es de nuestro agrado, ese paseo que no damos con una amiga, ese café pendiente, esa excusa…
Cuaresma, preparar el camino hacia la Resurrección. Un regalo para estar preparados, porque como dice el Evangelio:” No sabéis ni el día ni la hora”.
¡¡Buenos días!!