Texto: Serafín de la Hoz, OSA
Música: Amazingrace
Alza tu voz, peregrino,
mientras el alma -en campaña-
persigue las altas cumbres
con el sol de tu mirada
y el despliegue de tu centro
en referencia sagrada.
El cuerpo y tu noble sangre
vierte un canto de alabanza
con los brazos extendidos
al sol de las madrugadas,
por aplacar mil tensiones
entre el suelo y su fragancia.
Un mar vestido de verde / se filtra y tensa en el alma,
elevando los sentidos / donde la vista no alcanza,
hasta quedar sumergido / en albores de esperanza.
Se muestra Dios entre nubes / y esplendor en la palabra
que se afinca en tierra pobre / -entre ofrendas y plegarias-
como impulso en fuente viva / y remanso en nueva gracia.
Camina, joven, y sueña
en las estrellas más altas,
como el agua de la fuente
-profunda y en catarata-
se desplaza y corretea
entre sueños y alianzas.
Con rumores del torrente
crece en tensión la escalada
y el corazón se desborda
con pensamientos en llama,
para llegar a la cumbre
entre aleluyas y palmas.