Un hombre bueno

Publicado el 11/03/2025
Agustinos


Texto: Agustin Alcalde, OSA
Música: Acousticguitar

El día 19 de febrero del año 2025 Nicolás Castellanos Franco, para otros, Monseñor Nicolás (por ser obispo de Palencia durante 13 años), P. Nicolás durante muchos años de formación de cientos de agustinos españoles, Nico para los amigos de Bolivia y, sobre todo, los miembros de su fraternidad, y la Fundación “Hombres Nuevos” y amigos colaboradores… se desvivió.

Vuelvo a empezar: El día 19 de febrero el P. Nicolás muere en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) con 90 años recién cumplidos; y muchas lágrimas se derraman en América Latina y en Europa. Un misionero entrega su vida a Dios llevando en su mano su “servicio” a millones de personas, especialmente pobres.

Cuando yo llegué a Palencia, con mis 12 años, el P. Nicolás me recibió en el colegio San Agustín. Mi madre le dijo entonces: “cuide de mi hijo”. Como mujer sencilla poco más podía añadir; pero esa frase fue mi entrega de alumno al P. Nicolas que ha durado más de 60 años y que me ha acompañado como agustino y amigo.

Cuando el P. Nicolás me pidió, estando en mis primeros años en Palencia, que pirograbara, grabara a fuego, en madrera la frase: “Todos los mayores han sido niños antes, pero pocos lo recuerdan” se grabó también en mi conciencia algo tan simple como mi vocación inspirada en la educación y el respeto a los niños, los jóvenes, y los hermanos agustinos.

Pero decir que el P. Nicolás fue un HOMBRE BUENO, es expresar algo que no es la primera vez que sirve como definición de una persona entregada a hacer el bien. Yo no hubiera dicho esta afirmación aquí si no se hubiera escuchado de boca en boca, desde que supimos que el P. Nicolás se había ido a la presencia de Dios como el amigo que espera y abraza a su Amigo-Dios… y pensamos: Era un hombre bueno.

Vamos a escuchar su propia voz (escrita en su confesión y última oración): “He intentado dar lo mejor de mí mismo, ser el hombre bueno, que dicen, que llevamos todos dentro”.

Cuando tenía 86 años el P. Nicolás dijo y dejó escrito: “Mi oración postrera, se expresa en tres espacios, en tres actitudes, en tres deseos y anhelos, en el Padre Nuestro”.

1º.-      PADRE NUESTRO: “Padre de todos, de los empobrecidos, excluidos, de los nadies ninguneados, de los felices, dichosos, bienaventurados, como María, de los enfermos, de los que carecen de libertad, o están abatidos en la soledad o perdidos en el egocentrismo o empoderados en el alocentrismo, en el ser para los demás”.

2º        SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: “Dios se humanizó, se hizo hombre en Jesús y el proyecto de Jesús fue un proyecto de humanización. Jesús se dedicó a hacer tres cosas bien humanas: curar enfermos, dar de comer al que tiene hambre y cuidar las relaciones humanas para una buena convivencia”.

3º        VENGA A NOSOTROS TU REINO: “En esta sociedad tecnificada, aburrida, saciada, empobrecida, arrodillada ante la pandemia del coronavirus, hace falta la fiesta cristiana de las bienaventuranzas, de la “Felicidad”.

Y termina: “Poco y nada hemos hecho, comencemos hermanos” (San Francisco de Asís)

Más adelante de su vida, 3 años después, dijo y también dejó escrito: “Creo que se avecina la muerte… La muerte es para mí un día de Gloria, el encuentro definitivo con el Padre Dios”.

  • Por eso muero en paz, porque siempre intenté acompañar al empobrecido y excluido. Hasta la muerte, inspirado en Jesús de Nazaret”.
  • “Estoy convencido de que entre todos podemos hacer este mundo habitable para todos”.
  • Todo es don, todo es gracia y yo el agraciado. Por eso alzo la copa de la salvación, copa amarga y saludable”.
  • Siempre he querido agradar a todos. Pero no lo he conseguido. Pido perdón al que le haya hecho mal sin quererlo”.
  • Y como decía Teresa de Lisieux, concluye el P. Nicolás, “os mandaré rosas desde el cielo”.
    • BUENOS DÍAS … para todo “hombre bueno