Texto: Curri Ruiz Mota
Música: Amazing grace (bendito amor) - Kesia
EL VIAJE DEL CATEQUISTA
¡Buenos días!
¿Alguna vez has sentido la necesidad de arrodillarte a rezar?
He estado unos días en Roma en el jubileo de catequistas.
Ha sido una experiencia increíble; buenísima. Solo puedo agradecer que se haya organizado y que yo haya podido asistir.
Hemos tenido momentos con el P. Joseph Farrel, el nuevo Prior General de los agustinos, una Misa intensa y emotiva celebrada por Monseñor Luis Marín, la renovación de promesas del bautismo, la Misa de los catequistas en la basílica de San Pedro, y la visita privada al Vaticano…
Os podría relatar cada instante vivido estos días, pero realmente sólo estaría escribiendo un diario de actividades.
Pero para mí ha sido más. Han sido unos días increíbles en los que también ha dado tiempo a hacer turismo. Yo tenía una lista larguísima de sitios a los que nunca había ido, aunque ya he visitado esta ciudad, que me encanta, muchas veces. He vuelto un poco locos a mis compañeros de viaje, porque, además, a mí me encanta caminar… espero que me perdonen.
Me traigo esas experiencias y la vivencia de haber estado meditando sobre lo que soy y lo que doy. Creo que ha sido una reflexión común en todos los momentos clave de este jubileo; das lo que eres…
El amor como centro de tu vida y la forma de proyectarlo; que el catequista no debe enseñar conocimientos, pero sí vivencias; que Jesús es la mejor forma de entender cómo vivir y la importancia de conocerle.
Me traigo recuerdos que se quedarán en la memoria: las caminatas, comidas y cenas con amigos, cada uno aportando la información que recibía para intentar llevar al resto a un sitio especial, las risas de la última cena, Bernabé que desde este viaje es Bartolomé, la intensidad de rezar en la capilla Papal, subir la escalera santa, pasear por Villa Borghese…
Me da pena no haber ido a la audiencia con el Papa para los catequistas que parecía que iba a ser caótica y estresante, y por lo visto no lo fue tanto.
Me da pena no haber compartido más tiempo con los peregrinos que iban de otros lugares como Alicante, Málaga, Sevilla y otras parroquias y colegios de Madrid.
Pero creo que he exprimido este viaje. He disfrutado cada segundo y lo he vivido intensamente, tal y como soy. Aunque esto último haya que mejorarlo, de momento, es lo que soy.
Y me traigo mucha tarea…
¿Quién es Jesús para mí? ¿Qué soy? ¿Qué doy? ¿Cómo se mejora algo que es inherente a mí? ¿Debes dejar de ser lo que eres o es mejor “modelar” lo que tienes?
Aún no lo sé, pero, desde luego, mi intención es seguir trabajando en ello.
¿Y tú? ¿Has sentido alguna vez la necesidad de arrodillarte y rezar?
¡¡Muy buenos días!!