Domingo con San Agustín

Escrito el 27/11/2022
Agustinos


 

Domingo I Adviento 27 de noviembre de 2022

Mt 24, 37-44

Todo estado de vida en la Iglesia cuenta con obreros falsos.

En el comienzo de este adviento, el evangelio de san Mateo nos anima a la vigilancia, a centrarse cada uno en su estado de vida y buscar a Dios. Pero muchas veces nos encontramos con el desánimo de tener personas a nuestro alrededor que dicen y una, y hacen otra. Que se llaman buenos cristianos, y hacen todo lo contrario.

Por eso, San Agustín nos tranquiliza diciendo que en todos los estados de vida vamos a encontrarnos con buenos cristianos, que buscan a Dios, son buenos ejemplos y otros que dejan mucho que desear. Da igual si son sacerdotes, religiosos o religiosas, matrimonios, … en todas las vocaciones cristianas hay buenos ejemplos de seguimiento de Cristo y otros que se alejan mucho del ideal cristiano. A nosotros nos toca decidir qué queremos hacer y cómo queremos seguir a Cristo.

Con razón, queridos hermanos, hallamos en el Evangelio del Señor aquella sublime sentencia salida de sus labios: Estarán dos en el campo; se tomará a uno, y se dejará al otro. Estarán dos mujeres moliendo: una será tomada y la otra dejada. Estarán dos en lecho descansando: uno será tomado, y el otro dejado. ¿Qué significa estarán dos en el campo? Lo dice el Apóstol: Yo planté, Apolo regó; pero el crecimiento lo dio Dios. Sois agricultura de Dios. Trabajamos en el campo. Los que están en el campo son los clérigos; de ellos se tomará a uno y se dejará a otro. Se tomará al bueno y se dejará al malo. Las dos mujeres que están moliendo, simbolizan al pueblo. ¿Por qué se dice que están moliendo? Porque, sometidas al mundo, están como retenidas por la piedra del molino en el trabajo de las cosas temporales, y de allí una será tomada y otra dejada. ¿Quién será tomado? El que obra bien y atiende a las necesidades de los siervos de Dios y a la indigencia de los pobres; el que es fiel en la alabanza, y está firme en la alegría de la esperanza, y se entrega de lleno a Dios, a nadie desea mal, y ama cuanto puede no sólo a los amigos, sino también a los enemigos, y no conoce a otra mujer fuera de la suya; y la mujer a otro varón fuera del suyo; ésta, pues, será tomada estando en el molino; más la que sea de distinta condición, ha de ser abandonada. Otros, por el contrario, dicen: "anhelamos el descanso, a nadie queremos soportar; nos apartaremos del pueblo, pues nos conviene vivir en cierto sosiego".

Si buscas el descanso, buscas como el lecho, sin preocupación alguna. También de aquí uno será tomado y otro dejado. Que nadie os engañe, hermanos, sabed que todo estado de vida en la Iglesia cuenta con obreros falsos. No he dicho que todo hombre es falso, sino que en toda profesión se encuentran individuos falsos. Hay cristianos malos; pero también los hay buenos. Tú ves a muchos malos, pero son paja y no permiten que te acerques a los granos; también allí hay granos. Acércate, palpa, remueve, explora, aplica la criba del juicio. Encontrarás monjas indisciplinadas. ¿Habrá de ser, por eso, censurado el estado religioso? Muchas no permanecen en sus casas; corretean por las ajenas, son curiosas, hablan lo que no conviene. Son soberbias, parlanchinas y borrachas; y aunque sean vírgenes, ¿de qué les sirve la integridad y pureza de la carne, si tienen un alma corrompida? Mejor es el humilde matrimonio que la virginidad soberbia, pues, casadas no tendrán título de qué engreírse, y sí freno por el que serán gobernadas. Pero ¿Porque haya vírgenes malas, habremos de condenar a las santas de cuerpo y espíritu? ¿O por estas dignas de alabanza nos veremos obligados a alabar a las indignas? De todas partes se toma a uno y se deja al otro.

Comentario al salmo 99, 13