Historia y personajes

Escrito el 22/02/2024
Agustinos


Convento de San Agustín de Jerez de la Frontera

 

El convento agustino de Jerez se fundó en 1509 en una ermita cercana a la población, trasladándose al interior del casco urbano en 1532, con permiso del provincial Fr. Diego López. Este convento pertenecía a la Provincia de Andalucía y su primer prior fue Fr. Juana de Calahorra. La nueva ubicación estaba en la calle de Alquiladores.

A la iglesia del convento se trasladó la imagen de la Virgen del Socorro, que estaba en la ermita de la Guía y era de gran devoción para los habitantes. Bajo el provincialato de Fr. Pedro de Góngora se determinó mudar el convento a las casas de D. Pedro de Villavicencio. Este hecho tuvo lugar en 1632 y chocó con la oposición de las parroquias y de los franciscanos, algo habitual cuando llegaba un convento a una ciudad. Después de pleitos y protestas, el rey Felipe IV dictó una provisión favorable, que zanjó la cuestión.

La construcción del nuevo convento se concluyó en 1643, siendo prior Fr. Fernando de Villanueva, aunque el claustro no se terminará hasta finales del siglo XVII y se mantendrá en el mismo lugar hasta la desamortización en el siglo XIX. La iglesia se conservará hasta 1919 en que fue destruida y era de finales del siglo XVIII, de una sola nave y sin capillas laterales. En esta casa había curso de Artes, lo que le proporcionó fama e influencia en la ciudad y poseía un lector para el curso.

Religiosos destacados fueron Fr. Gabriel de Montoya y Fr. Cristóbal de Fonseca, autor de “Tratado del amor de Dios”, citado por Cervantes en el prólogo del Quijote y después elegido provincial de la de Castilla. También fue prior de este convento el escritor y orador gaditano Fr. Diego Jiménez, hijo del Capitán D. Diego Jiménez de Ayllòn.

En 1810 entraron los ejércitos franceses en la ciudad y ocuparon el convento, que fue usado de cuartel de caballería, después de robar todos los objetos de valor, como hacían en estos casos. Aunque marcharon pronto, en los años siguientes se utilizó como almacén de carros, paja y se usó de prisión, con algunos franceses de custodios. Al salir los ocupantes en 1812 los agustinos comenzaron a reconstruir el convento, pero pronto fue ocupado por las tropas españolas que quemaron puertas y ventanas y algunas vigas, por lo que se derrumbaron algunos techos. Por fin en 1814 pudieron recuperar el convento los agustinos, que permanecerán hasta la exclaustración.

Desde 1835, una vez cerrado el convento y expulsado su comunidad, siguió usándose sus instalaciones como cuartel y la iglesia era utilizada como auxiliar de la parroquia de San Miguel, cercana al lugar. Como se ha comentado, la iglesia fue destruida en 1819 y el convento transformado para otros servicios. El convento fue usado como Instituto de Enseñanza Secundaria y Colegio en 1866, pero después pasó al ejército que además de muchos expolios hicieron algunas transformaciones de la estructura, con peligro de derrumbe. Desde 1990 ha pasado al Ayuntamiento que ha instalado la Gerencia Municipal de Urbanismo, después de una larga obra de restauración.

Fr.  Ricardo Paniagua