Sabías que…

Escrito el 29/03/2024
Agustinos


 

"Nuevo rumbo"

Estamos a finales del mes de abril del año 387. Agustín acaba de bautizarse en la catedral de Milán, después de pasar unos meses con sus amigos, su hijo Adeodato y su madre Mónica en una finca que se llama Casicíaco. Allí han rezado, meditado, vivido en comunidad, estudiado, conversado sobre temas profundos de la vida.

Ahora, la mente de Agustín ya solo piensa en volver a su tierra en África. De esta manera, todo el grupo que había estado en Casicíaco, emprende camino a Roma, como primera etapa del proyecto de volver a Tagaste.

Tienen que viajar en barco, por lo que se dirigen al puerto de Ostia, junto a Roma. Allí, debido a ciertos problemas, no pueden embarcarse, por lo que tienen que esperar unos días. Y, es ahí, en Ostia, donde Agustín va a vivir dos hechos muy importantes de su vida.

El primero de ellos es el famoso éxtasis de Ostia, vivido por Agustín y su madre Mónica. Una experiencia espiritual, mística, que tienen ambos y que Agustín relata de la siguiente manera: “Conversábamos, pues solos los dos, con gran dulzura… Mientras hablábamos de la Sabiduría de Dios y suspirábamos por ella, llegamos a tocarla un poquito con todo el ímpetu de nuestro corazón”.

Y, el segundo acontecimiento es la muerte de su madre, que cae gravemente enferma unos días después del éxtasis. Mónica no logra superar la enfermedad y fallece a los pocos días, cuando cuenta con cincuenta y cinco años de edad y, teniendo Agustín, treinta y dos.  

El mismo Agustín señala que una tristeza inmensa se agolpó en su corazón. Grande había sido el amor de la madre hacia el hijo, pero no menor el del hijo hacia la madre.

Agustín regresa a Roma y pasa unos días visitando monasterios que existen en las cercanías, al mismo tiempo que se dedica a la actividad literaria, a escribir.

Por fin, llega la hora de embarcarse, de atravesar, por segunda y última vez para Agustín, las aguas del mar Mediterráneo.

De esta manera arriba a Cartago en el 388, cinco años después de su partida desde dicho lugar. Pero ya no es el mismo de antes, su vida acaba de emprender un nuevo rumbo.

Esta vez su estancia en Cartago será corta. Tagaste le espera. Sus proyectos van a convertirse en realidad.

¡Pero esto será para el próximo día!