Sábado XV del Tiempo Ordinario

Escrito el 17/07/2021
Agustinos


En aquel tiempo,  los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos le siguieron.

Él los curó a todos, mandándoles que no le descubrieran.

Así se cumplió lo que decía el profeta Isaías:
«Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, no voceará por las calles.

La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las naciones».