Sábado XVII del Tiempo Ordinario

Escrito el 31/07/2021
Agustinos


En aquel tiempo, se enteró el tetrarca Herodes de la fama de Jesús, y dijo a sus criados:  
«Ese es Juan el Bautista; él ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él fuerzas milagrosas».

Es que Herodes había prendido a Juan, le había encadenado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo.
Porque Juan le decía:
 
«No te es lícito tenerla».
 
Y aunque quería matarle, temió a la gente, porque le tenían por profeta.

Pero llegado el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de todos gustando tanto a Herodes, que éste le prometió bajo juramento darle lo que pidiese. Ella, instigada por su madre, le dijo:
 
«Dame aquí - dijo - en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».
 
El rey se entristeció pero, a causa del juramento y de los comensales, ordenó que se le diese, y envió a decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue traída en una bandeja y entregada a la muchacha, la cual se la llevó a su madre. Llegando después sus discípulos, recogieron el cadáver y lo sepultaron; y fueron a informar a Jesús.