V Domingo de Pascua

Escrito el 07/05/2023
Agustinos


Texto: Jesús Baños,  OSA
Música: Autum prelude

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».


No están muy lejos las moradas eternas

Por lo que escuchamos parece ser que Tomás, ya antes de dudar de la resurrección, era bastante crítico con las cosas de Jesús. Al menos así aparece en este trocito del evangelio de Juan que se proclama este domingo. El contexto, y es importante, es el de la última cena. Jesús se está despidiendo de sus amigos, asegurándoles que es una despedida temporal, que no cabe el temor, que va a prepararles sitio; un sitio en el que caben todos y al que todos saben cómo llegar…  Hmmmm, parece que no todo estaba tan claro, al menos no para todos los que le escuchan. Y Tomás se animó a preguntar por ese camino.

Le tenemos que agradecerle mucho a Tomás la pregunta. Porque de esa manera todos podemos escuchar las palabras de Jesús que nos aclaran el panorama. YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA. PARA ESTAR CON JESÚS EN AQUELLAS MORADAS HAY QUE ESTAR CON JESÚS EN ESTAS. No podemos estar con Jesús para siempre sino estamos con Jesús ahora. Y por la identidad que se empeña en resaltar entre Él y el Padre, ESTAR CON DIOS es estar con Jesús ahora, en nuestro tiempo, nuestra circunstancia, nuestra coyuntura social, histórica y personal. Disfrutar de la morada eterna junto a Dios – que desde luego no es un mal deseo – pasa por compartir nuestra vida con Jesús como Camino, Verdad y Vida. Conocer el camino, conocer la verdad y disfrutar la vida son, con seguridad, criterios de felicidad. Y están en Él, en Jesús. Dejémonos encontrar por Jesús aquí y ahora. En el de al lado, con más claridad en el necesitado, está Él. Entonces… NO ESTÁ MUY ALLÁ LA MORADA ETERNA.