III Sábado de Pascua

Escrito el 20/04/2024
Agustinos


En aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron:

«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?». 

Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:

«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen».

Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. 

Y dijo:

«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede». 

Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce:

«¿También vosotros queréis marcharos?». 

Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».