Lunes V de Cuaresma

Escrito el 07/04/2025
Agustinos


En aquel tiempo, Jesús habló a los fariseos diciendo:
«Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». 

Le dijeron los fariseos:
«Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero». 

Jesús les contestó:
«Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y adónde voy; en cambio, vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie; y, si juzgo yo, mi juicio es legítimo, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado, el Padre; y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo doy testimonio de mí mismo, y además da testimonio de mí el que me ha enviado, el Padre». 

Ellos le preguntaban:
«¿Dónde está tu Padre?».

Jesús contestó:
«Ni me conocéis a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre». 

Jesús tuvo esta conversación junto al arca de las ofrendas, cuando enseñaba en el templo.  Y nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.