Miércoles VII de Pascua

Escrito el 04/06/2025
Agustinos


Texto: José Mª Martín, OSA
Música: A new day. Mixaund

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo:
«Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros.

Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida.

Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad».


Trabajar por la unidad

El texto del evangelio de hoy se encuadra dentro de la llamada “Oración Sacerdotal.” Jesús intercede ante el Padre por sus discípulos: “Padre santo, guárdalos en tu nombre”. El gesto de levantar los ojos al cielo y de llamar a Dios “Padre” son elementos característicos de la oración de Jesús. Antes de morir, ofrece en sacrificio su propia vida y ruega por los suyos y por todos los que se reunirán con Él viniendo de todas las naciones, para que “sean uno como nosotros”.

Es un escándalo que los que nos llamamos cristianos sigamos divididos. Sólo la conversión del corazón de los miembros de todas las Iglesias y comunidades cristianas y su fidelidad al Evangelio permitirán superar los obstáculos heredados del pasado, guiándonos a la plena comunión. Porque el primer enemigo de la unidad es el pecado, el mejor antídoto es la santidad. El día en que todos los cristianos de todas las confesiones vivamos en plenitud la comunión con el Señor y aspiremos con determinación a la santidad, caerán las barreras que nos separan. No existe otro camino… La oración por la unidad no es compromiso exclusivo de los expertos en ecumenismo o de aquellos cristianos especialmente sensibilizados por este sector pastoral. Es compromiso de todo cristiano y de cada comunidad.

El Papa León XIV ha elegido como lema "in illo uno unum", que proviene del latín y se traduce como "En el único somos uno". Esta frase está tomada de un comentario de San Agustín en el Salmo 127, que subraya la importancia de la unidad alrededor de Cristo.

El lema refleja a la perfección cómo aprecia el Papa León XIV la Iglesia, como una unión de todos los miembros y sobre todo centrada en la espiritualidad, alejada de divisiones y siempre enfocada en la verdadera felicidad espiritual.

Jesús envía a sus discípulos a trabajar en el mundo. Con la ascensión, que celebramos el domingo pasado, se inicia la evangelización de todos los pueblos y naciones. Nos dice Jesús que tenemos que estar en el mundo, nuestro lugar natural, para establecer el Reino de Dios, pero no debemos ser de este mundo. Es decir, no debemos contaminarnos con las “cosas mundanas”. Sin embargo, hay cosas en el mundo que son buenas, no todo lo del mundo es “enemigo del alma”. Nuestra misión no es huir del mundo, sino transformar este mundo según los criterios del evangelio. Es decir, quiere librarnos de lo malo del mundo, pero quiere también que establezcamos en el mundo el Reino de Dios.