Domingo XI Tiempo Ordinario

Escrito el 18/06/2023
Agustinos


Texto: José María Martín,  OSA
Música: Autum prelude

En aquel tiempo, al ver Jesús a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor». Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies». Llamó a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó. A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».


"GRATIS LO HABÉIS RECIBIDO, DADLO GRATIS"

1.- Volvemos al Tiempo Ordinario. El evangelio de este domingo nos muestra "la compasión de Jesús". Se compadecía de las gentes porque "estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor". Muchas personas en nuestro mundo no son felices, aunque no les falte nada de lo material. Van a la deriva, sin saber el camino, "extenuadas" y sedientas de felicidad.

2.- Ante tanta infelicidad solo caben dos posturas: la indiferencia o la solidaridad. Hemos de "aprender a mirar" con los ojos de Jesús. Miremos por dentro, con los ojos dulces y compasivos de Jesús y descubriremos la miseria, el fracaso, el vacío, la desilusión que anida en el corazón del hombre. Nuestra sociedad promete mucho, pero ofrece muy poco.

3.- "La mies es abundante". Jesús necesita colaboradores. Quizá pensamos que es demasiado para nosotros, que no podemos arreglar el mundo. Jesús cuenta también contigo y conmigo, como contó con Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Mateo y los demás apóstoles. Ellos eran unos pobres hombres: pescadores, recaudadores de impuestos, hasta había entre ellos guerrilleros "zelotes" y gente no bien considerada socialmente. Pero Jesús les llamó y les hizo pescadores de hombres. Él llama y envía. Nos pone delante una misión muy concreta: curar toda enfermedad y dolencia. Nosotros debemos convencer, más que vencer. Cristo no actuó desde el poder, sino desde el servicio y la entrega de la propia vida. Es posible que te asuste la tarea, pero no tengas miedo, Jesús está contigo. No quieras de repente cambiarlo todo, ten paciencia, tú aporta tu granito de arena.

4.- "Dad gratis lo que habéis recibido gratis". Todo es gracia, es don, es amistad. La fe, el don más precioso, es gratuita, es un regalo de Dios. Toda la historia de la salvación es una bellísima historia de amor de Dios al hombre. Miremos con los ojos de la fe, seamos compasivos con el hermano que sufre, demos confianza y esperanza a este mundo perdido. Si nos apoyamos en la comunidad todo será mucho más fácil. Jesús te llama por tu nombre, te dice: "¡Ven y sígueme!". La tarea es inmensa, pero apasionante. ¡Señor, manda obreros a tu mies!