Domingo X del Tiempo Ordinario

Escrito el 09/06/2024
Agustinos


Texto:  Javier Antolín, OSA
Música: Child dreams.  Keys of moon

En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Miembros de la familia de Jesús

En el Evangelio se describe la oposición a Jesús por parte de su familia y de los escribas. Sus familiares le buscan porque está fuera de sí y los escribas le acusan de que actúa con un poder diabólico. Pero es justamente todo lo contrario, Jesús actúa con el poder de Dios y quiere acabar con el poder del mal en el mundo, sus exorcismos lo que indican es que el señorío de Dios y su Reino triunfan sobre el mal y que el reino de Satán llega a su fin.

Se nos habla también del pecado contra el Espíritu Santo que es la oposición maligna a Jesús que niega la evidencia de su poder sanador, diciendo que está endemoniado. El texto termina otra vez con la familia de Jesús, su madre y sus hermanos le buscan, pero Jesús presenta la nueva familia de los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

Todos nosotros podemos ser miembros de esta familia de Jesús, de hecho, formamos parte de la Iglesia, todos los bautizados que intentan seguir el camino de Jesús, por lo que, aunque Jesús parece que no da importancia a su familia biológica, intenta configurar una nueva familia, formada por todos los que le siguen.

Vivimos en un mundo en el que parece que va triunfando el pecado contra el Espíritu Santo que consiste en no reconocer el poder salvador de Dios, o cerrar los ojos a la bondad que sigue adelante, como que solamente vemos el poder del mal en nuestro entorno, abramos los ojos y descubramos la presencia misericordiosa de Dios, el no querer ver o no reconocer el bien, o decir que el bien no es más que mal, es un pecado contra el Espíritu de Dios que ha venido a aniquilar el poder del mal. Esforcémonos para que el bien triunfe sobre todo tipo de mal en nuestro mundo.