Domingo VIII Tiempo Ordinario

Escrito el 02/03/2025
Agustinos

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Texto:  Jesús Baños, OSA
Música: Crying in my beer. Audionautiz

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca».

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Necesitamos corazones buenos

Hoy encontramos en el evangelio como piezas sueltas. Unas cuantas enseñanzas – sentencias de Jesús en el contexto del sermón del llano justo después del mandato a ser misericordiosos como el Padre.

A mi me resuenan como señales para un plan de vida enmarcado en la BONDAD, LA AUTENTICIDAD, LA COHERENCIA Y LA VERDAD.

Son como candelas brillando entre las sombras que muchas veces envuelven nuestro caminar más cotidiano: la apariencia, el juicio al otro, la mentira, el postureo, el disfraz, …

Como muchas otras veces en el evangelio las palabras de Jesús son un aldabonazo que nos puede despertar del conformismo, del criterio “adaptarse para sobrevivir”; palabras que te mueven a mirar dentro: ¿qué atesoras en el corazón? Al final eso es lo que cuenta y lo que termina saliendo.

Nuestro tiempo y nuestro mundo están necesitando guías que no sean ciegos, verdaderos maestros de vida, personas coherentes que ven claro porque han sacado, o al menos son conscientes de la mota en su ojo… Estamos necesitados de higueras que den higos y vides que den uvas. Necesitamos corazones buenos… Corazones llenos de misericordia al estilo del buen Padre Dios

Tú que escuchas, y yo, estamos invitados a esto ¿Podemos? Solo siguiendo los pasos de Jesús.