Domingo con San Agustín

Escrito el 18/07/2021
Agustinos


 

Domingo XVI Tiempo Ordinario 18 de julio de 2021

Ef 2, 13-18

San Pablo en la carta a los Efesios nos invita a que veamos que los que hemos sido purificados por la sangre de Cristo, vivimos unidos, debemos vivir en paz unos con otros. Porque Cristo Jesús unificó a los que creen en él en un solo pueblo y nos ha dado la paz.

“Los rectos de corazón, que no se ladean, ¿qué poseerán? Tornemos ya, hermanos, a la misma heredad, puesto que somos hijos. ¿Qué poseeremos? ¿Cuál es la heredad? ¿Cuál nuestra patria? ¿Cómo se llama? Paz. Por ella os felicito; ésta os anunciamos; ésta es la que reciben los montes, al par que los collados la justicia. Ella es Cristo, pues Él es nuestra paz; el cual hizo de dos pueblos uno y derribó la muralla de división. Porque somos hijos poseemos heredad. ¿Cómo se llama esta heredad? Paz”.

“Ved, pues, que los desheredados no aman la paz; no aman la paz, porque dividen la unidad. La paz es la posesión de los piadosos, la posesión de los herederos. ¿Quiénes son los herederos? Los hijos. Oíd el Evangelio: Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Oíd, asimismo, la conclusión de este salmo: La paz a Israel”. 

“Luego si el que ve la paz es lo mismo que el que ve a Dios, con razón Dios es también la paz. Luego como Cristo, Hijo de Dios, es la paz, por eso vino a recoger a los suyos y a apartarlos de los indignos. De aquellos que odiaron a Jerusalén, que odiaron la paz, que quieren desgarrar la unidad, que no creen a la Paz, que anuncian la falsa paz al pueblo y no tienen la paz.

Luego anunciando lo falso, oyen lo falso. Nosotros anunciemos lo verdadero y oigamos la verdad. Seamos Israel y abracemos la paz, porque Jerusalén es visión de paz y nosotros somos Israel, y la paz está sobre nosotros”.

Comentario al salmo 124, 10.