P. Saturnino Álvarez Turienzo
Apenas hace unos días nos llegó la noticia de la muerte del P. Saturnino, centenario y decano de los agustinos españoles, que falleció a los 101 años en la casa agustina de Salamanca, donde unos pocos meses antes había recibido un sencillo homenaje al cumplir la centena.
Su larga vida estuvo dedicada a la docencia y el estudio, tanto en los centros agustinos de El Escorial, como en la Pontificia Universidad de Salamanca, donde fue decano de la facultad de Filosofía.
El P. Saturnino había nacido en La Mata de Monteagudo, un pueblo de la montaña leonesa, el año el año 1920. Con apenas 12 años entró en la casa seminario de Guernica, de la Provincia Matritense, de donde pasó a Leganés en 1935. Allí le sobrevino la Guerra civil y se le ordenó acercándose a la ciudad de Madrid, siguiendo una dirección que él memorizo. Vivirá tres años trabajando con un fontanero que le recibió en su casa, en un Madrid cercado por el ejército. El P. Saturnino calificó esos años como un verdadero noviciado de la vida. Con la guerra civil sus estudios quedaron interrumpidos hasta que a la vuelta, en 1941 hizo sus primeros votos en el colegio agustino de Calahorra. En el convento de La Vid estudió Filosofía, pasando al Monasterio de El Escorial para completar su formación, hasta su ordenación sacerdotal el año 1946.
Se matriculó de Filosofía en la universidad de Madrid y alcanzó la licenciatura, que completó unos años después con el doctorado en 1968, presentando una tesis sobre el siguiente tema, “San Agustín y la formación del concepto de persona”. Desde ese momento toda su actividad estará entregada a la docencia y las publicaciones, dirigiendo la revista La Ciudad de Dios durante muchos años. Su investigación se ha centrado en los estudios sobre San Agustín y en su teoría antropológica y moral. También ha estudiado el pensamiento de Fr. Luis de León y otros autores.
Desde 1970 estuvo en la universidad de Salamanca como vicedecano de la facultad de Filosofía y fue decano de la misma de 1977 a 1983. En esos años fundó el anuario “cuadernos salmantinos de Filosofía”, dirigida por el P. Saturnino desde 1974 a 1990, consiguiendo la colaboración de profesores de filosofía de varias universidades. Sus colegas le dedicaron el número 17 de esa publicación en el momento de su jubilación en 1990, en que colaboraron más de 30 profesores.
En la orden agustiniana fue profesor de Derecho Natural y fundamentos de Filosofía en los estudios superiores de El Escorial y también impartió diversos cursos especiales de Antropología. Fue nombrado definidor de la Provincia Matritense de 1958 a 1961, y prior del monasterio de El Escorial de 1964 a 1967.
Publicó más de 50 artículos en revistas y colaboró en obras colectivas. También escribió seis libros y dirigió diversas tesis doctorales. Todavía con 101 años publicó una obra sobre Fr. Luis de León, titulada “Fr. Luis de León: camino nuevo (y no usado) de su pensamiento”. Su obra “Regia media salutis, imagen del hombre y su puesto en la creación” le sirve al profesor Xavier Pikaza para hablar del diálogo entre la Ética y el Evangelio que allí se explica, y califica al agustino como pensador de la “tierra media”, un tema clave en el pensamiento de San Agustín y en la visión actual cristiana del hombre, situándole en la dinámica de la mediación en sentido ético y religioso.
X. Picaza fue compañero y conversador frecuente del agustino sobre los temas de la Ética y de su relación con el Evangelio, y califica a S. A. Turienzo como un hombre mediador, hombre de diálogo, de ironía bondadosa, de gran respeto, al que dedicó un amplio artículo en Religión Digital con estos calificativos: “Hombre de libertad, personalista, agustiniano, dialogante”.
Fr. Ricardo Paniagua