Píldoras de San Agustín

Escrito el 13/06/2022
Agustinos


 

Hola, qué tal, cómo estás.

Este domingo pasado hemos celebrado el día de la Santísima Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Hemos recordado que Dios es nuestro Padre creador, que Jesús es nuestro hermano mayor salvador y que el Espíritu Santo es el amor que les une a ambos y que ha sido derramado sobre todos nosotros para que nos acompañe a lo largo de la vida.

El encuentro con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, solamente lo podemos hacer a través de la oración y del amor a los demás. El amor a los demás lo tenemos más o menos claro en qué consiste, pero, la oración, siempre nos resulta más complicado.

Para ayudarnos en esto de la oración, vamos a escuchar un pequeño texto de San Agustín que se titula: “La oración del corazón”.

“La oración es un grito que se eleva al Señor. Pero si este grito es sólo un rumor de voces corporales, sin que el corazón de quién ora anhele intensamente a Dios, entonces no hay duda: es un soplo vacío.

Al contrario, si viene del corazón, aunque la voz del cuerpo es silenciosa, puede permanecer oculta a todos, pero no a Dios.

Cuando oramos a Dios -bien en voz alta, bien en silencio- nuestro grito debe venir del corazón”.

(Enarraciones sobre el salmo 118, 1)

Oración

Señor, no hay corazón tan cerrado para excluir de sí tus ojos. Haz que mi alma te ruegue, para que pueda amarte y pedirte tu piedad.

(Confesiones 5, 1)