Píldoras de San Agustín

Escrito el 25/03/2024
Agustinos

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¡Hola, qué tal, cómo estás!

Comenzamos la Semana Santa, un tiempo para recordar, por una parte, la pasión, muerte y resurrección personal de Jesús acontecidas hace más de dos mil años. Y, por otra, para tomar conciencia de que estos acontecimientos siguen siendo realidad en el aquí y ahora de nuestra vida personal y comunitaria.

Solo hay que acercarse a los medios de comunicación para darse cuenta de que, en bastantes países del mundo, los cristianos están siendo perseguidos, secuestrados, torturados y, en última instancia, asesinados. Y todo ello por ser lo que son, seguidores de Jesús, pertenecientes a la Iglesia. Es la pasión y muerte hecha realidad en pleno siglo veintiuno.

Ahora bien, los cristianos creemos que todo no queda en la muerte y que, al igual que en Jesús, la vida, la resurrección, están por encima de ella. Esta es nuestra esperanza, esta es nuestra fe.

Pero, mientras este acontecimiento extraordinario tiene lugar, la estancia creyente en la tierra requiere asumir la cruz y para ello es necesario no desanimarse, ser pacientes.  

San Agustín nos invita a esto cuando dice:

“Haz que se nieguen a sí mismos, que no pongan en sí mismos la confianza. Haz que tomen su cruz, es decir, que soporten todos los enfrentamientos del mundo con paciencia por amor de Cristo. Resiste, persevera, mantente, soporta la demora. De esta manera llevarás tu cruz”.  

(Sermones 96, 9)

Oración:

“Cristo, hijo de Dios, si tú no hubieras deseado sufrir, no hubieras sufrido. Muéstranos el fruto de tu pasión”.

(Enarraciones sobre el salmo 21, 23)