Historia y personajes

Escrito el 04/04/2024
Agustinos


Real Convento de San Agustín de Castillo de Garcimuñoz (Cuenca)

Este convento agustino tiene la calificación de real por haber sido fundado en 1318 por Don Juan Manuel de Lara, hijo del infante Don Juan Manuel y nieto del rey Fernando III el Santo y es el más antiguo de la provincia de Cuenca. Don Juan Manuel era muy devoto de San Agustín y ofreció para su construcción un solar en esta población, cerca de la puerta de Cuenca. La donación se hizo al P. Pascual de Deuza, prior de Toledo y a su compañero el P. Martín. Entró a formar parte de la Provincia Agustiniana de Andalucía.

Se dio a los religiosos una heredad en la orilla del río Júcar, para que pudieran cultivar huertas y hacer molinos, que favoreciera la producción de víveres, con la condición de que no pudiera ser vendida o enajenada nunca. También se les entregó una cantidad de dinero anual para el mantenimiento, exigiendo oraciones por su familia. En virtud de una concordia los frailes tomaban parte de los cultos de la parroquia en determinados días señalados y de predicar varios días al año.

En 1505, era prior el P. Álvaro de Burgos, que había profesado en Salamanca. El año 1621 el convento dejó la carga o compromiso con la parroquia. En el convento también se atendía a la confesión y predicación. La fundación de este convento fue declarada de Patronato Real por del Rey Felipe V en 1741, al haber sido fundada por la Casa Real de España, y mantenía las armas reales, por una Real Célula dada en el Pardo el 13 de febrero de 1741.

El edificio monástico estaba construido en torno a un patio o claustro con galerías donde se ubicaban las celdas de los agustinos. Todavía se conservan los arcos del claustro, unos abiertos y otros cegados. La iglesia era de estilo gótico de grandes proporciones con tres naves y de unos 40 m. de larga. El acceso se hacía a través de dos puertas, una lateral y otra al fondo de la nave central, más una pequeña que comunicaba con el claustro.

Tenía una capilla mayor, además de 15 capillas, donde había enterramientos de familias ricas de la zona. En el lado de la epístola estaba la capilla de la Virgen de los Remedios, decorada con pinturas policromadas. En la capilla Mayor había tres rosetones y es la mejor conservada. En el lado derecho del ábside se encuentra el escudo arzobispal y estaba policromado, y justo enfrente hay otro escudo del Rey Felipe V. Cuando falleció la infanta Constanza de Aragón fue enterrada en la capilla mayor. En la parte exterior se conservan los contrafuertes.

El convento tenía escuela de Artes para el pueblo. Entre los religiosos que estuvieron en este convento destaca Fr. Gregorio de Alarcón, obispo de Nueva Cáceres, en Filipinas. Fr. Luis de Ávila, que fue prior de Toledo, Valladolid y Madrid. Fr. Alonso de Mendoza y Fr. Álvaro de Soria fueron catedráticos de Salamanca.

En los procesos de la desamortización el convento fue cerrado y sus instalaciones usadas para otros servicios, como cárcel, audiencia y posteriormente fue derruido y aprovechadas sus piedras, incluida la iglesia.

Fr.  Ricardo Paniagua