Música: Gregoire Lourne, Africa the Cradle of life
La conciencia
Cuando Dios sea el juez, no habrá ningún otro testigo que tu conciencia. Entre el juez justo y tu conciencia, no debes temer más que a tu causa; si ella no es culpable, no habrá temor a ningún acusador, no tendrás que desmentir a ningún falso testigo, ni andarás buscando a ninguno verdadero. Tú muestra tan sólo la buena conciencia, de manera que puedas decir: Porque en ti, Señor, he esperado; tú me escucharás, Señor, Dios mío”
San Agustín, Comentario al salmo 37, 21