"Familia Agustiniana: unión de corazones y de almas hacia Dios"
No sé si sabes que la Orden de San Agustín, a las personas que a lo largo de su vida han cooperado al bien de las comunidades agustinas, les hace hijos de la Orden. Esto significa que pasan a pertenecer a la Familia Agustiniana y participan de todos los bienes espirituales de la Orden. También son hijos de la Orden los padres de los religiosos de votos solemnes desde el primer día de la profesión solemne de sus hijos.
Esta gran Familia Agustiniana, de la cual hemos estado hablando los últimos viernes, tiene a san Agustín por Padre y, dentro de ella, se ha de promover, con la ayuda de todos, la unión de corazones y de almas hacia Dios, tal como el mismo Agustín ha indicado en la Regla.
Todos los religiosos agustinos, también los que tú conoces en el colegio o en la parroquia, deben ofrecer la asistencia espiritual necesaria para que todas las partes o ramas de la Orden florezcan renovándose en el espíritu, en la actividad apostólica y en el culto divino, especialmente el litúrgico, y se multipliquen de día en día para el mayor bien de la Iglesia y honra de la Orden.
(Constituciones n. 50-51)