"El religioso agustino: signo proféico para el Pueblo de Dios"
Te cuento que la vocación divina a la que nos invita Jesús al ser bautizados, los religiosos agustinos que tú conoces la viven de una forma especial a través de los consejos evangélicos, conocidos también como los votos de pobreza, castidad y obediencia.
Por la profesión de estos tres votos, con la que los religiosos agustinos responden libremente a la vocación divina, confirman su consagración bautismal de una manera más radical, al entregar la vida más íntimamente al servicio de Dios y de su causa, el anuncio del Reino de Dios en este mundo.
Y esto, el religioso agustino lo hace a través de la Iglesia, a la que ama como madre, demostrándole fidelidad y anteponiendo sus necesidades a las propias que pueda tener el religioso o su comunidad.
La profesión de los votos testimonia verdaderamente la vida divina de la Santísima Trinidad; la comunión de vida que tienen los religiosos agustinos toma como modelo el mutuo amor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, de tal manera que la comunidad agustiniana ha de ser verdaderamente “escuela de caridad”.
Cuando el religioso responde fielmente a la consagración a Dios a través de los votos, se convierte en un signo profético para todo el Pueblo de Dios, también para ti.
(Constituciones n. 53-55)