Música: Gregoire Lourne, Africa the Cradle of life
Sabiduría
Licencio mío: temo que te envuelvas dañosa y sañudamente en negocios perecederos, por rehusar y temer tanto los lazos de la sabiduría. Porque la sabiduría se adelanta a presionar a los suyos, los adiestra con ciertos ejercicios y fatigas, pero los suelta al fin y se entrega a su abrazo cuando ya son libres. A los que primero educa con ligaduras temporales, los aprisiona luego con lazos eternos. No puede imaginarse vínculo alguno ni más dulce ni más estrecho. Confieso que la primera parte de esa educación resulta un tanto severa, pero no diré que la segunda sea áspera, pues tan dulce es; tampoco es muelle, pues tan vigorosa es. ¿Qué será, sino lo que no puede expresarse, pero puede creerse, esperarse y amarse? Los lazos de este mundo contagian una amargura indudable y una dulzura falsa, un dolor cierto y un placer inseguro, una fatiga ruda y un sosiego tembloroso, una realidad llena de miseria y una esperanza vana de felicidad. ¿Sujetarás a ellos tu cuello, tus manos y tus pies, mientras te aprestas a buscar tales honores y ambiciones? ¿Te apegarás a ellos, cuando no debiste ni acercarte, no diré ya invitado, pero ni arrastrado por la fuerza?
San Agustín, Carta 26,2