"Orar sin interrupción"
Te cuento que la Iglesia tiene una oración litúrgica para rezar en común que se llama “Oficio ´Divino” o “Liturgia de las Horas”. Como bien dice la propia expresión, es para ser recitada en determinadas horas del día. De esta manera se expresa la Iglesia como un solo cuerpo, el Cristo total, y se afianzan la común unión de corazón de los creyentes.
Este sentido comunitario de la oración litúrgica hace que, en Cristo, nos unamos a toda la humanidad, porque en Cristo la humanidad entera está presente en la oración. Mediante esta oración de la Iglesia, el Espíritu Santo acerca al hombre y al mundo a Dios: es Él quien ora en nosotros, pues la dinámica que impulsa a la oración es el amor.
También con esta oración, que se realiza a través de la lectura de textos de la Biblia, de la lectura o del canto de los salmos e himnos, la Iglesia cumple el precepto que dejó Cristo de orar sin interrupción. Por eso, este rezo se va realizando a lo largo del día, en distintos momentos y con distinta intención.
En todas las comunidades de los religiosos agustinos que tú conoces, se le quiere dar mucha importancia a la recitación en común de la “Liturgia de las Horas”, especialmente el rezo de Laudes y Vísperas. Pero, y cuándo tienen lugar estos momentos de oración común.
El rezo de Laudes se lleva a cabo al comienzo del día. Su finalidad es alabar, ofrecer a Dios la jornada que se inicia, las tareas que se van a realizar. Todo lo que se lee o canta hace referencia al despertar y a su equivalencia simbólica con la resurrección.
El rezo de Vísperas se lleva a cabo en la tarde, cuando ya declina el día, generalmente antes de ir a cenar. Tiene un sentido, ante todo, de acción de gracias a Dios por todos los dones concedidos a lo largo del día, sabiendo que lo que se haya podido realizar siempre se ha hecho con su ayuda.
Esta oración litúrgica en común no solamente es para los religiosos, sino también para todos los bautizados. Así que, si lo deseas, tú y tus familiares y amigos podéis animar a los religiosos agustinos con los que te tratas para que recéis juntos, en algún momento del día o de la semana la “Liturgia de las Horas”.
(Constituciones 87-90)