Música: Gregoire Lourne, Africa the Cradle of life
Elegirlo a Él
Para llegar a verlo como Él puede ser visto, y para unirnos a Él, nos purificamos de toda mancha de pecado y malos deseos, y nos consagramos en su nombre. Él es fuente de nuestra felicidad, es meta de nuestro apetito. Eligiéndolo a Él, o mejor reeligiéndolo, pues lo habíamos perdido por negligencia; reeligiéndolo a Él, de donde procede el nombre de «religión», tendemos a Él por amor para descansar cuando lleguemos; y de este modo somos felices, porque en aquella meta alcanzamos la perfección.
San Agustín, La ciudad de Dios X, III, 2