Historia y personajes

Escrito el 18/08/2022
Agustinos


P. Manuel Fraile Miguélez

De nuevo estamos ante uno de los agustinos que a finales del siglo XIX y principios del XX, estuvieron a la cabeza de la intelectualidad católica en España. Desde la reforma de los estudios de Valladolid y su continuidad en El Escorial varios agustinos publicaron numerosos trabajos de investigación histórica, filosófica, teológica y literaria que destacaron por la calidad de sus escritos y así lo reconocieron los escritores de su época.

El P. Manuel Fraile Miguélez nació en el pueblo leonés de La Bañeza en 1864. Vivió su infancia en el pueblo y recibió la formación primera en la escuela de D. Toribio y de sus abuelos. Se trasladó a Valladolid con 16 años, donde vivía su hermano, parara poder estudiar. Allí conoció a los agustinos del colegio de Valladolid y a los 18 años pidió entrar en el noviciado 1882, profesando al año siguiente. Prosiguió los estudios en Valladolid y pasó a La Vid en 1885, donde cursó los estudios teológicos. Allí conoció al P. Francisco Blanco y envió un primer artículo al P. Tirso López que es publicado en  ”La Ciudad de Dios” en 1887 y otro sobre “El Padre Flórez y la numismática española”. Por sus conocimientos fue llamado para que fuera a El Escorial para ordenar y clasificar el monetario de Felipe II. Volvió a Valladolid para colaborar con el P. Conrado Muiños en la revista “La Ciudad de Dios”, y terminar sus estudios eclesiásticos, siendo ordenado de diácono y presbítero, celebrando su primera misa el 1 de enero de 1889.

Durante su estancia en Valladolid investigó en el archivo de Simancas, lo que le permitió publicar su primera obra “Un proceso inquisitorial sobre los alumbrados de Valladolid” o una semblanza sobre la monja de Carrión, publicada en Valladolid en 1890, sobre la que se habían escrito muchas inexactitudes autores célebres, como Menéndez Pelayo. En 1892 se traslada a El Escorial junto a la revista y al P. Francisco Blanco, su director. Al crearse la Provincia Matritense queda agregado a ella y es nombrado profesor del colegio universitario María Cristina.

En 1895 publica su obra más conocida “Jansenismo y Regalismo en España”, que se publicó por entregas en la revista “La Ciudad de Dios”, con una carta a Menéndez Pelayo y que recibió grandes elogios en la prensa culta de España, e incluso el cardenal Rampolla alabó la obra, que fue enviada al Papa León XI. Tras varios meses de viaje por España y con una salud quebrantada es destinada a la casa de la calle Valverde, de Madrid. En ese tiempo ayudó a D. Jacinto Verdaguer, que había sido suspendido de decir misa y que pasó por una grave crisis personal.. Gracias a la intervención de los agustinos se consiguió que el obispo de Vich le rehabilitara. Colaboró con el obispo P. Cámara y otros obispos españoles en la creación de un periódico que aglutinara las fuerzas católicas en España, titulado “El Universs”. En ese tiempo publicó una carta abierta al jefe del gobierno José de Canalejas para rechazar su discurso sobre el clericalismo, que recogió en los periódicos españoles. En estos años es colaborador asiduo en la revista “La Ciudad de Dios” y en la prensa de la época. También escribió un prólogo apologético  y crítico de la primera edición del libro de Fr. Luis de León, “Los Nombres de Cristo”.

De nuevo fue enviado a El Escorial como segundo bibliotecario de la Real Biblioteca. Aunque su salud se resentía, aceptó la invitación de viajar por América que le hizo el obispo D. Ignacio Montes de Oca, arzobispo de Potosí, para impartir Historia Eclesiástica, aunque viaja por otras repúblicas, permaneciendo dos años en Méjico. Fruto de su inquietud literario fue la obra “La independencia de Méjico en sus relaciones con España”, que se publicó en 1911. A su vuelta fue destinado a la isla de Mallorca, hasta que al año siguiente volvió a la Biblioteca Real.  En 1915 viajó a su patria chica para recibir de sus paisanos el título de hijo ilustre, dedicando una de sus mejores calles a su nombre. Se hicieron fiestas y se recordó su amplia bibliografía de más de 50 escritos.

Los últimos años de su vida los pasó en El Escorial dedicado a sus investigaciones y publicando algunas obras, como las Relaciones Histórico-Geográficas de los pueblos de España o el Catálogo de códices de la biblioteca. El P. Miguélez murió en El Escorial a los 64 años de edad el 15 de mayo de 1928. Fue un escritor erudito e ilustrado de estilo impecable sobre temas varios, entre los que sobresale la investigación histórica y literaria.

 Ver: Pele Ferreras

Revista LEA La Escuela agustiniana, nº 89, 2008

 Fr. Ricardo Paniagua