Habla San Agustín

Escrito el 06/09/2022
Agustinos


Música: Gregoire Lourne, Africa the Cradle of life

Nos amamos a nosotros mismos justamente cuando amamos a Dios

Aunque esté sano el cuerpo, no está ya sano el espíritu si no antepone lo eterno a lo temporal, puesto que no se vive útilmente en el tiempo si no se negocia en méritos para la eterna. Luego no cabe duda de que todas las cosas que pueden desearse útil y convenientemente han de ser referidas a aquella vida en la que se vive con Dios y de Dios. Nos amamos a nosotros mismos justamente cuando amamos a Dios. Y, en conformidad con otro precepto, amamos con verdad a nuestro prójimo como a nosotros mismos cabalmente cuando, según nuestras posibilidades, le conducimos a un semejante amor de Dios. Es que a Dios le amamos por sí mismo, y a nosotros mismos y al prójimo nos amamos por El. Pero, aunque vivamos de ese modo, no pensemos que ya hemos alcanzado la vida bienaventurada y que ya nada nos queda por pedir. ¿Cómo puede ser bienaventurada nuestra vida faltándonos el bien único por el que vivimos bien?

San Agustín, Carta 130, 7,14