La Iglesia, huerto de Cristo
“Tenedlo presente, hermanos: en el huerto del Señor no sólo hay rosas de los mártires, sino también lirios de las vírgenes y las yedras de los casados, así como las violetas de los viudas. Ningún hombre, cualquiera que sea su género de vida, ha de desesperar de su vocación: Cristo ha sufrido por todos. Con toda verdad está escrito de él que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. (Sermón 304, 2).
Quiso el horizonte
circundar el huerto
con su transparencia,
cíngulo de seda.
Lo mima con flores,
lo alegra con fuentes,
con luz lo ilumina
mucho y lo trasciende:
rosas, de los mártires;
lirios, de las vírgenes;
yedras, de casados;
de viudas, violetas...
¡Perfumados pétalos
de tu pensamiento,
Padre Salvador!
Nazario Lucas Alonso